lunes, 8 de julio de 2013

Verano

Bienvenidos una semana más al drama de mi vida, el blog donde descubriréis que vuestros problemas no tienen importancia si los comparáis con los míos. Os recuerdo que desde la semana pasada he cambiado la fecha de publicación al lunes para que os podáis olvidar por unos minutos de aquellas insignificantes cosas que os preocupan, que al comiendo de la semana se magnifican, y así os hago un gran favor de manera desinteresada. De nada.
Por cierto ¡¡ya estamos en verano!! Antes de que me corrijáis con frases como “el verano empezó hace más de dos semanas” y estupideces varias, os diré que hasta hace unos días no he sido capaz de salir de casa sin una rebequita en el bolso y hasta que esto no ocurre yo no reconozco oficialmente el cambio de estación.
He de confesar que siempre he sido más de frío que de calor, a mi parecer no hay una sensación más placentera que acurrucarse en una manta y crear un microclima a tu alrededor a pesar de que el exterior haya sido invadido por osos polares...
Por otra parte, debido a que en durante el estío llegamos a alcanzar temperaturas que deberían ser anticonstitucionales:
Decidimos que es buen momento para desprendernos de aquella ropa que nos molesta y mostrar nuestros cuerpos en todo su esplendor, esas anatomías que han permanecido ocultas muchos meses y que están sedientas de ser enseñadas al resto de personas. 
También en estos meses nos desinhibimos mucho más que cuando el frío y la lluvia dirigen nuestra vida, por lo que acudimos varias veces a la semana a las terrazas de verano, organizamos viajes para disfrutar del sol y el número de fiestas a las que acudimos se ve incrementado considerablemente.
Fiestas en la que, entre que con el calorcito decides beberte 6 cervezas en vez de 2 (es que están tan fresquitas, ¿verdad?) y en las que el concepto de "menos es más", que acabo de nombrar con respecto  a la ropa, no termina de ser interpretado con el decoro que se le exige a cualquier miembro de una sociedad en la que ¡¡no vive solo!!. Por dichas razones en ellas se pueden llegar a presenciar situaciones en las que preferirías que algún buitre se acercara y te arrancara los ojos.
Pero ¿sabes qué es lo más triste? Pues que finalmente pasamos nuestras tardes tirados en el sofá sin movernos ni un ápice, no vaya a ser que sudemos lo más mínimo, haciendo zapping
Mientras nos damos cuenta que únicamente podemos elegir entre el Tour de Francia (excelente para echar una cabezadita después de comer), los telediarios en los que te muestran a aquellos desgraciados que se han podido marchar a la playa mientras tú estás muerto del asco en tu casa o nos recuerdan que hace mucho calor y que no es bueno salir a la calle a las 3 de la tarde sin una botella de agua, y esos programas de variedades conducidos por los sustitutos de los presentadores habituales.
Por último quiero lanzar un llamamiento a todas aquellas personas encargadas de regular el aire acondicionado de su trabajo: Estamos en verano y es normal que haga calor, lo que no es normal es que haya que estar en el trabajo con dos mangas largas porque tú has decidido que quieres sentir que aún estás en enero. Y no, a pesar de que haya vuelto al paracetamol por culpa del catarro que tu problema de regulación de la temperatura me ha provocado ¡el único enfermo que hay aquí eres tú!.

Os quiero, ¡gracias por leerme!

No hay comentarios:

Publicar un comentario