jueves, 7 de agosto de 2014

¡Felicidades!

Bienvenidos una semana mas a En el drama de mi vida. ¿Qué tal van esas rebajas? Yo resisto la tentación de los correos electrónicos como buenamente puedo, aunque lo que puedo soportar es el anuncio de El Corte Inglés. Los diálogos, esa musiquita tonta de fondo..
Dani Rovira, cuando te limitabas a los monólogos molabas y para muestra un botón:
Pero ya hablamos bastante de rebajas la semana pasada así que, como os anticipé ese día, hoy quiero hablar de cumpleaños coincidiendo que el mio fue recientemente. Si lleváis leyéndome desde el principio de los tiempos posiblemente recordéis que hace un año también hable de ello.
Pero no os preocupéis porque no tengo intención de contaros lo mismo de nuevo.

Para quien no lo sepa os cuento que mi cumpleaños es el día más especial de todo el año, en cuanto llega el día uno de ese mes y durante las siguientes tres semanas mi cabeza empieza a planificar cómo voy a celebrarlo, con quién y demás detalles que os conté en la entrada del año pasado.

¿Entonces, de qué voy a hablar esta vez? De las felicitaciones, ya que para alguien como yo que le da tanta importancia a este día el hecho de que los demás se acuerden no es trivial aunque con el paso del tiempo las formas han ido variando.
Cuando eres pequeño te llama tu familia aunque realmente quienes hablan con ellos son tus padres, tu te limitas a dar las gracias al tío o abuelo de turno para rápidamente devolverle el teléfono a quién te metió en semejante marrón. Si cumples años en época escolar puedes celebrarlo con tus amigos de clase previa distribución de aquellas míticas invitaciones.
¿Os acordáis? Y sin olvidar esas bolsas de caramelos que el cumpleañero de turno iba paseando por la clase para deleite de todos los compañeros. 

En mi caso, al caer mi aniversario en pleno verano, me ahorraba todo eso hasta que harta de no recibir regalos adelanté la celebración a final de curso.

Cuando llegué a la adolescencia si no tenías messenger y móvil no eras nadie, así que cuando el día D (o mejor el día C) llegaba tu mejor amigo del momento era aquel que te felicitaba a las 00:00 horas. 
¡Eso si que era amistad! No solo te gastabas el dinero en un mensaje de texto, sino que además tenías que mantenerte despierto hasta la madrugada para currarte una buena felicitación. El cumpleañero debía responder rápidamente con una llamada perdida como diciendo "¡gracias!" porque claro, como tuvieras que enviar un sms a todo el mundo te arruinabas y, al menos en mi caso, tenías que aguantar con una recarga de 5 € todo el mes

Con la llegada de las redes sociales que te avisan de los cumpleaños el tema ya ha perdido emoción, ¿qué mérito tiene que un amigo te felicite vía Facebook cuando la aplicación que tiene en el móvil se ha encargado previamente de avisarle? Eso si, ahora te felicita más gente porque a los amigos hay que añadir los múltiples conocidos que tienes como contactos. Ya nadie felicita por mensaje de texto, si acaso se trata de alguien más cercano te manda un whatsapp como queriendo decir "¡¡mira!! nadie me lo ha recordado" o "si me lo ha recordado el móvil pero hago el esfuerzo de cambiar de aplicación para que veas que me caes bien". Cuando te felicita alguien que no te tiene en Facebook ¡te da una alegría!
Si te llaman es que es amistad verdadera.

Entiendo que ya no es como con los sms que quién te felicitaba no sabía si te había llegado su mensaje hasta que no le hacías una perdida, ahora con las redes sociales sabes que tu felicitación ha llegado pero hombre... ¿Cuesta mucho responder un "Gracias <nombre>, un beso"? No cuesta dinero y tardas 5 segundos.

Entiendo que cuando te felicitan 30, 40 personas casi a la vez (esto suele darse por la tarde cuando todo el mundo sale de trabajar) se te acumula el trabajo y hasta varias horas después no puedes responder, pero si ya ni siquiera pones un "Me gusta" en el comentario es que eres vago y mala persona.
Soy muy radical en ese sentido, es posible, pero conozco casos de gente que pone su cumpleaños mal adrede para ver quién le felicitaba porque sabe cuál es el día o el que lo hace porque se lo recuerda la red social de turno.

¿Vosotros de qué tipo sois? ¿Os da igual que os feliciten, sois de los que llaman, de los que no contestan a las felicitaciones? Os dejo reflexionando unos días ya que me marcho de vacaciones, aunque como nunca dejo de pensar en vosotros volveré con dramas nuevos y renovados.
¡Gracias por leerme!

1 comentario:

  1. Antes de nada... ¡Me ha encantado tu post! Y después... espero que este comentario no se me vaya a la porra como el anterior, jaja.

    Para mi la verdad que mi cumpleaños es un día sin la mayor importancia o trascendencia en mi vida. Supongo que soy una rancia, pero nunca o casi nunca lo he celebrado, soy más de cenar algo con la familia o de invitar a mi chico a algún restaurante chulo. También quizá es porque como tengo varios ambientes de amistades, pues qué hago, lo celebro con todos juntando mezcla de todo tipo, informáticos, baloncestistas, gente del cole... o hago una celebración gitana y me tiro una semana cenando cada día con un grupo de amigos? :p

    Pero, aunque el tema del cumpleaños me dé un poco igual, reconozco que este año me he llevado una de las mayores sorpresas en los últimos años, y te parecerá una soberana tontería, pero para mi fue genial. Todo el mundo me felicitó por whatsapp o facebook (cosa que agradezco, por mucho que una aplicación te avise, tienes que perder unos segundos en escribir a la persona para felicitarla, cosa que no todo el mundo lo hace) excepto dos personas: una es mi mejor amiga, que hablamos todos los días por teléfono y bueno, "no me sorprendió" que para mi cumple me llamara. Y la otra fue una antigua compi de basket de hace unos años con la que apenas interactúo alguna vez en facebook pero con la que me llevaba super bien la verdad. Me dijo "he pensado que me apetecía llamarte en vez de mandarte la típica felicitación de facebook". Y bueno, no te imaginas la ilusión que me hizo. Fue un detalle que a ella no le costó nada (o unos céntimos por la llamada) y que, como yo no me lo esperaba, desde luego hizo que fuera el mejor momento del día, porque desde que me llamó me salió una sonrisa que no se me quitó en todo el día.

    Y bueno, otra cosa que tienes razón por supuesto es que el homenajeado agradezca las felicitaciones. Ya nos pasamos todos los santos días enganchados a facebook, pues por un día más en el que gastas 3 segundos más en decir "gracias!" por cada persona que te ha escrito, en total no gastas más de 5 minutos de tu día y haces que el "felicitador" se quede contento de saber que le has leído :)

    Pues nada maś hermosa, lo dejo ya que la del blog eres tú, no yo, y cuando me pongo a escribir no paro, jaja, así que tú sigue escribiendo que así los días son un poquito más amenos en el trabajo :)

    Besotes!!

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