miércoles, 22 de mayo de 2013

Spain isn't living a celebration

Antes de nada quiero disculparme por mi retraso en la publicación de esta entrada, en las próximas semanas estaré más ocupada de lo normal así que no puedo prometer que cada semana sea puntual compartiendo mi drama con vosotros. ¡¡Con lo que me gusta a mi quejarme!!
Estos últimos días, a no ser que hayáis vivido en una burbuja, habréis sido conscientes que se ha vuelto a celebrar el festival de Eurovisión. No voy a explicar a estas alturas en qué consiste, porque si me dices que jamás lo has visto me vas a tener qué decir en qué maravillosa pompa te escondes para hacerme un hueco cuando así lo solicite.
La verdad es que este certamen suele copar sólo unos breves instantes de mi atención. Confieso que me gustaría ser capaz de vivirlo como las personas que viajan hasta el país anfitrión o que siguen las distintas clasificaciones porque se les ve disfrutar realmente de ello. Juro que lo he intentado pero es que no... este tipo de festivales no es lo mío.
Como no me interesaba en absoluto y sabía que con esa canción, que parecía que la estaba cantando un pobre caniche mientras alguien muy malo lo pisaba, no llegaríamos a ningún lado decidí ver el fútbol ya que la hora del telediario había pasado para mi desgracia. Debe ser que los señores que retransmitían el partido eran conscientes de que tras la final de la Copa del Rey del día anterior los hombres habían tenido que ceder el sábado el poder del mando a distancia a las señoras, que digo yo si los señores de la LFP nos hicieran un poco de caso y se jugara así:
Un gran grupo damas y caballeros que ahora mismo pasan olímpicamente de el deporte rey ¡¡verían hasta el Cacereño - Melilla!!

La cuestión es que como nadie me escucha, a muchos hogares les tocaba ver Eurovisión por lo que la audiencia de aquel enfrentamiento era bajísima y los comentaristas narraban el partido con la misma intensidad que la de nuestro querido Iniesta-de-mi-vida ¿a quién no le cae bien este hombre?
¡Qué sopor! Sentía que una mano negra me obligaba a dejar de ver aquel partido contado con tanta desgana para caer en el embrujo del europeísmo. No tuve más remedio que ceder y cambiar el canal, llegué justo para el momento en el que resumen todas las actuaciones y comienzan las votaciones. Lo más entretenido sin duda.

Por lo que pude ver el caniche estaba algo afónico de tanto ser pisado o puede que los nervios le jugaron una mala pasada, la cuestión es que aquella actuación no fue la mejor de su carrera. No lo digo sólo yo, lo dijeron todos los países a excepción de Albania e Italia... ¡qué majos que nos votaron!
Descubrí con agrado que el tiempo dedicado a cada país para votar se ha visto reducido considerablemente, ahora se hacía de manera automática exceptuando los 8, 10 y 12 puntos. Así se avanza mucho más rápido pero no quitan al espectador el placer de repetir a la presentadora cuando traduce las puntuaciones al francés... ¿o es que vosotros nunca habéis dicho eso de "La grusí di puá"? Hubo una cosa que me animó y es que no somos los peores de Europa hablando en inglés, tampoco éramos los mejores pero es que con Gran Bretaña es difícil competir.

Finalmente ganó Dinamarca que era la canción favorita para los expertos en este tipo de festivales y España quedó penúltima con  un total de 8 votos.
Aunque para mí esa no fue la injusticia de la noche, lo peor fue que Grecia no ganara y quedara en sexta posición, ¡si eran los mejores! ¿De verdad me estás diciendo que no has visto la actuación de Grecia? Yo me he convertido en una gran fan después de verlos,  y no voy a parar hasta que los señores responsables de las votaciones se retracten y reconozcan que eran los merecidos ganadores pero que la cantante danesa es más mona y por eso ganó.
Ahora te acordarás de el maldito momento en el que viste el vídeo porque no vas a poder parar de canturrear el estribillo "alcohol alcohol alcohol is free..." Ten suerte que el resto de la canción está cantada en griego y es más complicado de recordar, aunque si acabé cantando aquella de unos rumanos... ¿La recordáis?

Bueno, ahora si que os vais a acordar de toda mi extensa familia  así que me marcho antes de que no quieras volver a mi blog.

¡Gracias por leerme!

domingo, 12 de mayo de 2013

Instinto maternal

¿Qué tal habéis pasado la semana? Yo he vuelto tal y como os prometí, para expulsar mi ira de manera controlada, y eso con vuestra ayuda que se hace más sencillo... Pero ¡basta ya de tonterías! que en este blog no hay espacio para pasteladas... 
Como persona de bien que me considero detengo toda actividad a las 15 h. y a las 21 h., cada día que mi apretada agenda me lo permite, para seguir con atención y entusiasmo las noticias del telediario. El domingo pasado no iba a ser menos así que me senté en mi sillón, encendí la televisión y me preparé para disfrutar con la actualidad:
No sé si es porque era domingo o porque en Madrid era el último día de un conjunto de cinco jornadas festivas para la gran mayoría, pero no había noticia alguna que contar. Después de conectar con las cámaras de la DGT para contarnos lo que jamás imaginaría: "Atasco en la vuelta del puente de Mayo". Un aplauso para el genio al que se le ocurrió.
Nos deleitaron con un "emotivo" homenaje dedicado al día de la madre, festividad que como no tengo hijos no tengo el gusto de celebrar. En aquella crónica se mostraba el día a día de varias madres en los que se parecía ensalzar la figura que yo tanto odio como es la de la "super mamá". Las "super mamás" son mujeres que tienen que trabajar fuera de casa en jornada reducida, salir corriendo en su coche de madre (grande, para que entren todas las sillas de protección infantil) en el que recogen a su descendencia del colegio para llevarlos a sus múltiples actividades extra-escolares (mientras la "super mamá" aprovecha para hacer la compra) para después ir todos a casa, ayudarles con los deberes, darles de cenar y meterlos en la cama.

A mi me extrañó por que en ningún momento vi aparecer a los padres de aquellas criaturas, serán huérfanos pensó la ingenua que llevo dentro...

Pero no quiero hablar de ello esta semana, quiero lanzar una queja general a todos los padres y madres del mundo, sobre todo a los primerizos. Dejad de mirar por un momento a vuestras criaturas y abrid bien los oídos: ¡Estoy harta de tener en mi móvil un montón de fotos de bebés que no sé ni quiénes demonios son!.
Yo entiendo que los bebés cambian de aspecto mucho más rápido que los niños y adultos, pero no es necesario que los padres envíen fotos de su retoño cada puñetero día. Yo puedo comprender que la primera palabra del niño haga ilusión, los primeros pasos... pero si tu pequeño duerme, eructa o mancha el pañal ¿os cuento un secreto? pero shhh bajito, que no se enteren los demás: eso lo hacen todos los bebés, y a los demás nos importa tres cominos ¡leñe!.
Me enervo mucho, pero es que mantener una conversación con algún padre o madre sobre algo que no sea su hijo, el parto (en el caso de las mamás) o acerca de las cosas que han dejado de hacer desde su paternidad es prácticamente  imposible. Es tan desesperante...

Aún así dicen que tener un hijo es lo más bonito del mundo, aunque dudo que algo pueda superar la felicidad de ver a Bon Jovi en directo (ojito con las críticas que soy lo más parecido a una hooligan en ese sentido).
A lo que iba, los padres me han dicho que a pesar de que a veces desean vender a su hijo al mejor postor, luego las alegrías que éstos te dan compensa las noches sin dormir, las rabietas y que te digan que ya tienen 18 años y pueden hacer lo que quieran.
Para terminar, quiero mostraros una noticia que leí hace poco en el periódico que tenía mucho que ver con este tema. En ella se pregunta al lector si se considera un padre cursi. ¿Lo sois vosotros? Si es que no volvedlo a hacer porque seguro que mentís como bellacos, si es que sí que sepáis que os querré igual siempre y cuando no abandonéis la bonita costumbre de visitar mi blog cada semana.

¡Gracias por leerme!

domingo, 5 de mayo de 2013

Mi amigo gay

No, no se me ha terminado de ir la cabeza... aunque no hará falta que esperéis mucho para ese momento, tanto drama me está matando.
Mis allegados me aconsejan que deje de indignarme, que va a costarme una enfermedad, y ¡yo prometo que lo intento! pero cuando parece que lo consigo aparece algún ser o situación que me saca de mis casillas.
Pues bien el otro día (cabe señalar que cuando yo digo el otro día puedo referirme a ayer, la semana pasada o a algo acontecido años atrás) me encontraba en mi momento de relax diario que consiste en leer la prensa. Me encontraba inmersa en la lectura cuando me topé con esta noticia sobre el rechazo que está provocando la reciente aprobación del matrimonio homosexual en la vecina Francia. Empecé a enlazar ideas y acabé recordando una vez en la que yo hablaba con una conocida y hubo una frase que me llamó especialmente la atención. Os la reproduzco, tranquilos: "Ayer me fui a comer con mi amigo gay, y más tarde mi amigo gay y yo fuimos de compras por el centro. ¿Te he presentado alguna vez a mi amigo gay? Es súper divertido, como todos los gays"
Tengo una duda... ¿a mí qué demonios me importa que tu amigo sea gay? ¿por qué no hablas de tus otros amigos como tus "amigos hetero" o tus "amigos bi"? Además, ¿por qué das por hecho que los gays son divertidos? 
Otro ejemplo que recupero de mis recuerdos: "El domingo pasado estuvo comiendo en casa el amigo gay de mi hija, ¡es tan gracioso!"
Creo que no hace falta ni comentar semejante exclamación, ¿verdad?

Cuando respondes a esas personas que sus comentarios son, como decirlo... demasiado estereotipados, te responden sorprendidos: "¡Cómo! ¿yo que tengo un amigo gay? 
¡Cállate! Que ya me cae mal tu amigo sin ni tan siquiera haberlo visto jamás. Además, seguro que a tu amigo "gay" le encanta que lo tildes de gracioso y locaza así sin más. El tema de los estereotipos es algo que odio, lo se porque tengo ascendientes directos andaluces y estoy mas que harta que me pregunten si sé bailar sevillanas, si cuento chistes o que me pidan que les hable con acento... 

Os dejo, que me indigno, no sin antes compartir el siguiente gif que me hace mucha gracia y necesito compartir con todos vosotros.
¡Gracias por leerme!