domingo, 12 de mayo de 2013

Instinto maternal

¿Qué tal habéis pasado la semana? Yo he vuelto tal y como os prometí, para expulsar mi ira de manera controlada, y eso con vuestra ayuda que se hace más sencillo... Pero ¡basta ya de tonterías! que en este blog no hay espacio para pasteladas... 
Como persona de bien que me considero detengo toda actividad a las 15 h. y a las 21 h., cada día que mi apretada agenda me lo permite, para seguir con atención y entusiasmo las noticias del telediario. El domingo pasado no iba a ser menos así que me senté en mi sillón, encendí la televisión y me preparé para disfrutar con la actualidad:
No sé si es porque era domingo o porque en Madrid era el último día de un conjunto de cinco jornadas festivas para la gran mayoría, pero no había noticia alguna que contar. Después de conectar con las cámaras de la DGT para contarnos lo que jamás imaginaría: "Atasco en la vuelta del puente de Mayo". Un aplauso para el genio al que se le ocurrió.
Nos deleitaron con un "emotivo" homenaje dedicado al día de la madre, festividad que como no tengo hijos no tengo el gusto de celebrar. En aquella crónica se mostraba el día a día de varias madres en los que se parecía ensalzar la figura que yo tanto odio como es la de la "super mamá". Las "super mamás" son mujeres que tienen que trabajar fuera de casa en jornada reducida, salir corriendo en su coche de madre (grande, para que entren todas las sillas de protección infantil) en el que recogen a su descendencia del colegio para llevarlos a sus múltiples actividades extra-escolares (mientras la "super mamá" aprovecha para hacer la compra) para después ir todos a casa, ayudarles con los deberes, darles de cenar y meterlos en la cama.

A mi me extrañó por que en ningún momento vi aparecer a los padres de aquellas criaturas, serán huérfanos pensó la ingenua que llevo dentro...

Pero no quiero hablar de ello esta semana, quiero lanzar una queja general a todos los padres y madres del mundo, sobre todo a los primerizos. Dejad de mirar por un momento a vuestras criaturas y abrid bien los oídos: ¡Estoy harta de tener en mi móvil un montón de fotos de bebés que no sé ni quiénes demonios son!.
Yo entiendo que los bebés cambian de aspecto mucho más rápido que los niños y adultos, pero no es necesario que los padres envíen fotos de su retoño cada puñetero día. Yo puedo comprender que la primera palabra del niño haga ilusión, los primeros pasos... pero si tu pequeño duerme, eructa o mancha el pañal ¿os cuento un secreto? pero shhh bajito, que no se enteren los demás: eso lo hacen todos los bebés, y a los demás nos importa tres cominos ¡leñe!.
Me enervo mucho, pero es que mantener una conversación con algún padre o madre sobre algo que no sea su hijo, el parto (en el caso de las mamás) o acerca de las cosas que han dejado de hacer desde su paternidad es prácticamente  imposible. Es tan desesperante...

Aún así dicen que tener un hijo es lo más bonito del mundo, aunque dudo que algo pueda superar la felicidad de ver a Bon Jovi en directo (ojito con las críticas que soy lo más parecido a una hooligan en ese sentido).
A lo que iba, los padres me han dicho que a pesar de que a veces desean vender a su hijo al mejor postor, luego las alegrías que éstos te dan compensa las noches sin dormir, las rabietas y que te digan que ya tienen 18 años y pueden hacer lo que quieran.
Para terminar, quiero mostraros una noticia que leí hace poco en el periódico que tenía mucho que ver con este tema. En ella se pregunta al lector si se considera un padre cursi. ¿Lo sois vosotros? Si es que no volvedlo a hacer porque seguro que mentís como bellacos, si es que sí que sepáis que os querré igual siempre y cuando no abandonéis la bonita costumbre de visitar mi blog cada semana.

¡Gracias por leerme!

1 comentario:

  1. PERO HERMA YO QUIERO TENER UN SOBRINO TUYO Y ASI NO VAMOS POR BUEN CAMINO!!!!!!!!!!!!!!!! JEJEJE.. ME HA ENCANTADO!!!!

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