Bienvenidos una semana más a "El drama de mi vida", el blog que hace que el
lunes se haya convertido en el mejor día de la semana. No me podéis negar que
desde hace unos días os acostáis el domingo sin sentir la clásica pesadumbre
por el inminente comienzo de la semana, ahora sé que apenas podéis conciliar el
sueño pensando con qué os deleitaré a la mañana siguiente.
No tenéis porque avergonzaros al admitirlo, a mí me ocurre algo parecido
pero no por leer la nueva entrada que he publicado, ya que suelo recordar bien
lo que escribo por lo que se pierde toda la emoción. ¿Os imagináis qué absurdo
esperar impaciente para leer lo que yo misma he creado? Es que me hacéis unas
preguntas… No queridos lectores, a mí no hay cosa que más me quite el sueño que
la llegada del día de mi cumpleaños.
La única cosa mala de ese día es que sólo dura 24 horas, salvo un año que
viajé a Canarias en mi aniversario y con el cambio horario pude disfrutar de una
hora más de celebración. ¡Cuánta felicidad!
Este año también fue especial porque lo celebré en “el pisito”, nombre con
el que he bautizado a mi nuevo hogar dadas sus reducidas dimensiones y, porque
tras experimentarlo el año pasado, decidí no ir a trabajar ese día. No señores,
un día así sólo debe ser para celebrarlo con la familia y recibir regalos sin
parar y no para estar en la oficina mirando el reloj como un loco para salir
tipo “Los picapiedra”. ¡Jamás!.
Me levanté tranquilamente y estuve haciendo algo que me relaja mucho que no
es otra cosa que cocinar, no todo en mi vida va a ser quejarme… Mientras tanto puse
la televisión para ver qué se contaba el mundo, pero a tenor de lo que vi el
mundo sólo hablaba de la sentencia a Bretón, todo ello comentado por personas
que lo mismo te hablan de los sobres de Bárcenas como de los incendios en
Toledo, muy profesional.
Tras comer con un reducidísimo grupo de 2 personas llegó la temida hora de
cantar el “cumpleaños feliz” y aquí me surgen un par de dudas que atormentan mi
mente desde que tengo recuerdos. Primero es sobre qué debe decirse mientras
cantas ¿“te deseamos todos” o “te deseamos nombre-de-la-persona”?
porque luego se crean situaciones bochornosas para todos cuando cada persona
canta lo que le viene en gana. Para la segunda duda lanzo la siguiente pregunta
¿alguien me puede explicar qué se supone que tienes que hacer cuando te están
cantando “cumpleaños feliz”?
No en serio ¿qué haces? Para mí sólo existen las siguientes opciones: mueves la cabeza al son de la canción, miras cómo
se van consumiendo las velas, piensas rápidamente qué deseo vas a pedir o miras
a las personas que te cantan. Yo no veo más opciones, y ninguna de ellas es
menos incómoda que las demás así que si alguien puede ayudarme tiene un año
para pensarlo porque para este año ya llega tarde.
Llegó la noche y mi gran día acabó, dando comienzo a lo que yo llamo “depresión
post-cumpleaños” cuando sólo ocurren cosas malas y feas. Este año la verdad es que
los acontecimientos del día después se fueron bastante de las manos, con
otra sesión de tertulianos me hubiera bastado.
Pero no quiero darle más vueltas a este tema, que bastante hemos oído ya, así que me quiero despedir por esta semana no sin antes recordar a aquellos que aún no me hayan dado mi correspondiente regalo que me envíen un correo en el que les adjuntaré mi nueva dirección. No quiero ponerla por aquí porque me da pereza salir de casa y veros a todos vosotros aguardando en la puerta para pedirme consejo o simplemente deleitaros con mi simple presencia, espero que me sepáis comprender.
¡Gracias por leerme!
¡Gracias por leerme!