¡Uf qué alegría volver a la rutina! En serio, aunque en ocasiones tenga
ganas de mandar todo al carajo y dar un giro radical a mi vida, cuando paso una
temporada sin actuar como siempre echo de menos mis costumbres como se añora el
embutido en el extranjero.
Pues bien, aunque a veces la monotonía me proporcione paz y tranquilidad últimamente estoy muy harta de
ver una y otra vez los mismos tipos de anuncios. No, no me refiero a esos de
colonias en los que no sé si se anuncia un perfume o un nuevo modelo de
preservativo.
Tampoco quiero hablar de la publicidad sobre detergentes para la ropa, los
cuales parece que no han evolucionado mucho de aquellos que se mostraban en los
años 70.
Ya que en la mayoría de ellos sigue siendo creado para el público femenino,
y yo me pregunto ¿con qué lavan ellos entonces? Prometo indagar en ello y
contároslo en cuando lo sepa.
Pero no, no va por ahí el motivo de mi queja. Lo que ha tocado mi moral
hasta llegar a lo más profundo es el nuevo tipo de anuncio, hecho en época de
crisis, cuyo objetivo es tocar la fibra sensible del espectador haciéndole ver
que aquí en España tenemos un montón de cualidades y que no somos tan horribles
como nos pintan en la Unión Europea.
Comienzo con el de Campofrío, no quiero ser aguafiestas pero no entiendo a qué viene tanto bombo.
Vale si, lo de poner una versión de Suspiros de España de fondo toca la fibra sensible de cualquiera, incluso la mía, pero el rollo este de "pobres españolitos qué mal nos tratan los demás, si hemos ganado el mundial y donamos muchos órganos" me pone un poco nerviosa. Qué si, que tenemos un montón de cosas de las que enorgullecernos, pero revolvernos en la pena no nos llevará más que a vivir en la nostalgia.
Pero este no fue el primer anuncio que intentó llegar a nuestros corazoncitos, el verano pasado Aquarius intentó buscar pueblo a todas aquellas personas que son de ciudad, ¿lo recordáis?
Muy bonito, llegaría a decir que incluso es precioso pero en él se vuelven a tocar los 2 temas esenciales de este tipo de anuncios: estamos pasándolo muy mal y somos "un país extraordinario lleno de gente extraordinaria". ¿No os va sonando? a mí mucho, la verdad.
Hace poco vi otro espacio de publicidad pero esta vez de Coca Cola, es más reciente así que es muy probable que os suene
Señores, no se por qué demonios estamos en crisis ¡con lo que nos gusta ir a un bar! Vuelta a lo mismo, a recordar lo buena gente que somos pero esta vez haciendo mención al cierre de bares a lo largo y ancho del país. Esto me recuerda a lo que dijo una vez Ana Rosa Quintana y que mencioné en una de mis entradas en las que decía que mucha mejor educación en Finlandia ¡¡pero que aquí tenemos las terracitas!!
Como he dicho antes no quiero ir de aguafiestas por la vida, pero como vuelva a ver otro anuncio de este estilo creo que empezaré a gritar muy fuerte.
En fin, os dejo por hoy porque me indigno. Antes de nada os pido disculpas por el retraso en la publicación de esta entrada.
La gente me reclama a todas horas y no consigo sacar tiempo para vosotros, mis fieles fans. Espero veros en la próxima publicación, ¡Gracias por leerle!
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