En la última entrada os comenté que, entre otros muchos
horrores que me acechaban últimamente, me había lesionado mi preciado pie
izquierdo (porque yo soy muy zurda para todo). Y como sé que os habéis quedado
con la intriga esta semana hablaré largo y tendido del tema, para poder
solucionar todas las dudas que os hayan podido surgir.
¿Cómo ocurrió todo? De la manera más absurda, como suelen
ocurrir la mayoría de las cosas, simplemente un día me levanté y noté dolor en
la planta del pié. Al principio no le di importancia porque pensé que podría
haber sido de una mala pisada, un zapato o simplemente que mi pie aquel día lo
tenía tonto. Pasaron los días sin que el dolor cesara, todo lo contrario, hasta
que en una ocasión mi planta del pie era más parecida a unas skechers.
Como os iba contando, al ser domingo y verme totalmente
incapacitada para caminar, ya no pedía hacerlo con dignidad siquiera, tome la
decisión de pasar por Urgencias para que algún especialista me echara un
vistazo. Me desviaron directamente al Traumatólogo, imaginad la tarde más
entretenida que eché allí porque todo el que llegaba tenía más prioridad que
yo, y todo para decirme que no tenía nada roto, que pidiera cita para el
Podólogo y que me tomara un ibuprofeno cada ocho horas. Gracias Sara.
Tras una radiografía y varias visitas al Podólogo me entero
que tengo una sesamoiditis… ¿Y qué carajos es eso? Resulta que los huesos se pueden inflamar ¡Me quedé muerta!
Como soy de la LOGSE no lo sabía, y a mí esto me ha ocurrido
con uno muy pequeño pero que duele como si fuera del tamaño del fémur.
Mi cara debió ser de confusión total porque mi amigo el Podólogo
(después de tanto tiempo, como comprenderéis, nos hemos hecho íntimos) me dijo
que no me preocupara porque no era nada grave pero, eso sí, es bastante
molesto. En cuanto salí de la consulta imaginaréis que lo primero que hice fue
buscar sesamoiditis en Google, confieso que me sorprendió no encontrar nada
alarmante.
Mi nuevo mejor amigo
Me recomendó hacerme unas plantillas, que me costaron un dolor pero no me quedaba otra que pagar, porque el hueso este se encuentra en una zona del pie que es prácticamente imposible no apoyar en el suelo, y si no probad a andar sin los pulgares. Estas tardarían entre una y dos semanas así que mientras tanto debía olvidarme de usar tacones (por supuesto), bailarinas y cualquier otro calzado cuya suela fuera plana y no tuviera aproximadamente dos centímetros de tacón. En resumidas cuentas, sólo podía usar botas planas.
Me recomendó hacerme unas plantillas, que me costaron un dolor pero no me quedaba otra que pagar, porque el hueso este se encuentra en una zona del pie que es prácticamente imposible no apoyar en el suelo, y si no probad a andar sin los pulgares. Estas tardarían entre una y dos semanas así que mientras tanto debía olvidarme de usar tacones (por supuesto), bailarinas y cualquier otro calzado cuya suela fuera plana y no tuviera aproximadamente dos centímetros de tacón. En resumidas cuentas, sólo podía usar botas planas.
¿Cómo han sido estos días? Un auténtico drama. Intentando no
cojear mucho ya que de caminar mal me duele también el otro pie, yendo al fisio
para diez días para que me descargue la zona con masajes y unos electrodos
súper graciosos pero que hacían un daño que no veas y peleándome con señoras en
el Metro para cazar un asiento libre antes que ellas. Por sus caras de
desprecio se ve que no entendían que por muy joven que seas, si tienes mal el
pie, también necesitas sentarte.
Tras casi un mes esperando las plantillas decidí llamar al
centro para preguntar que qué tal y ya de paso informarme por el estado de mi
pedido, porque después de varias semanas cojeando el otro pié comenzaba a resentirse.
Con toda la pasividad del mundo me respondieron que intentaron ponerse en
contacto conmigo y ¡no fue posible! ¿No me estaría hablando de aquella llamada,
una semana antes de un número largo a los que no puedes devolver tú la llamada,
la cual cogí pero que no me respondió nadie?
Espero que no, se tratará de un error…
Espero que no, se tratará de un error…
Así que pedí cita para ese mismo día y recogí mis más de 100
€ en forma de plantillas y que parece que valen la pena, porque el dolor al
caminar ha remitido considerablemente cuando las llevo puestas. De todas formas
me han dicho que la recuperación total será lenta, así que preveo alguna otra
entrada contándoos mi experiencia con la ortopedia.
Antes de marcharme, como ya comenzamos el maravilloso periodo de campaña electoral, os quiero dejar una guía para no perderse en las próximas elecciones.
Antes de marcharme, como ya comenzamos el maravilloso periodo de campaña electoral, os quiero dejar una guía para no perderse en las próximas elecciones.
De nada y ¡gracias por leerme!